Estos sistemas nos recuerdan la necesidad de contar con un Estado efectivo y “utilizable”, capaz de garantizar el ejercicio de los derechos de los ciudadanos, exigirles sus obligaciones, y hacer cumplir la legalidad.
Los problemas que acosan a estos Estados suelen ser muy similares: graves divisiones étnicas, clases dirigentes depredadoras que monopolizan el poder desde hace mucho tiempo, falta de gobernabilidad y corrupción generalizada.
Estos problemas se repiten en los tres casos que se analizan y comparan, Rwanda, Sierra Leona y Liberia, lo cual hace muy difícil avanzar hacia un estado democrático.
1. La existencia de diversos grupos étnicos.
En Ruanda los colonos belgas fueron los que establecieron la distinción entre tutsis y hutus. Así los tutsis son más altos y más elegantes, se seleccionaron a las personas por rasgos faciales: piel más clara, nariz más fina, median la anchura de la nariz a todo el mundo.
Sierra Leona, está habitada por grupos étnicos diversos, los mende en el sur y los temne en el norte suponen más del 60% de la población total. Hay aproximadamente nueve grupos etno-lingüísticos más pequeños, incluidos los criollos y los limba.
En Liberia la población se divide en dos grupos: uno los colonos afroamericanos y sus descendientes, conocidos como américo-liberianos que representan un 5% de la población y el resto de la población indígena liberiana que representa el 95% restante
2. La existencia de clases dirigentes depredadoras que monopolizan el poder.
En los tres países analizados podemos comprobar como, se repite la historia: un grupo étnico dirige el país durante un largo tiempo con el apoyo del estado colonizador (Bélgica, Gran Bretaña y Estados Unidos respectivamente), favorece a los ciudadanos de la etnia dirigente y oprime al resto de la población.
En Ruanda hasta 1950 era la minoría tutsis la clase dirigente. Hasta esta fecha cualquier intento por parte de los hutus de mejorar su situación política y acceder al poder era reprimido con el asesinato de sus dirigentes.
En Sierra Leona hasta la independencia del país en 1961, fueron los criollos la elite en tiempos coloniales tras haber adquirido la cultura y educación británicas, los cuales representan cerca del 3% de la población, (casi todos practican el cristianismo son descendientes de los esclavos afroeuropeos liberados).
En Liberia entre 1847 y 1980 el estado fue gobernado por la pequeña minoría de colonos afroamericanos y sus descendientes, conocidos como américo-liberianos, marginando del poder político a la gran mayoría indígena (95%) de la población liberiana.
3. Alternancia en el poder de las diversas etnias, previo golpe de estado, precedido de una guerra civil.
RUANDA
En Ruanda a partir de 1950 los belgas comienzan a estimular el surgimiento de movimientos democráticos lo cual no era bien visto por los tutsis quienes temían perder sus privilegios. A finales de esta década los hutus, comienzan a demandar mejoras para su comunidad que es mayoritaria, pero sus líderes fueron exterminados. En respuesta los hutu en 1959, perpetran una masacre que los lleva más adelante al poder; se estima que murieron a manos hutus unos 100.000 tutsis y más de 150.000 abandonaron el país.
El general Juvenal Habyarimana, de la etnia hutu, tomó el poder en un Golpe de Estado en 1973 en medio de otro período de conflicto étnico. Habyarimana logró triunfar en la guerra civil y permaneció como presidente. Pero desde 1991 el régimen de Habyarimana, que había creado las milicias Interahamwe, había incrementado la represión a la población para acabar con la oposición tutsi.
El presidente Habyarimana firma un acuerdo de paz en 1993, pero ese mismo año el avión donde viajaban Habyarimana junto al presidente de Burundi Cyprien Ntaryamira es derribado. Intervinieron entonces los Interahamwe aniquilando prácticamente casa por casa a tutsis y hutus moderados. En dos meses fueron exterminados alrededor de 800 000 personas, en su mayoría tutsis. La invasión tutsi se intensificó intentando detener la masacre; Finalmente los rebeldes tutsi toman Kigali, la capital, en julio de 1994, el gobierno Ruandés huye al Congo.
SIERRA LEONA:
En Sierra Leona desde 1961 ha existido una lucha brutal por el poder entre los distintos grupos étnicos, con diversos golpes de estado. En marzo de 1991 empezó una guerra civil entre los temne y los mende. Las consecuencias de esta interminable guerra civil son que entre diez y quince mil civiles han perdido la vida desde 1991, asesinados por ambos ejércitos o por inanición y la mitad de la población del país (2 millones de personas) se han visto obligada a abandonar sus hogares y desplazarse a zonas más seguras.
El 30 de abril de 1992, el capitán Valentine Strasser, da un golpe de estado y se hace con el poder gubernamental. Con el tiempo, Strasser favorecería a los mende sobre otros grupos étnicos en su gobierno y en el ejército. En enero de 1996 sería derrocado por el golpe militar dirigido por el diputado Julius Bio, quien procedió a la organización de elecciones libres que serían ganadas, en marzo de ese mismo año, por un civil, Ahmed Tejan Kabbah, hasta mayo de 1997 en que fue derrocado por un golpe militar.
LIBERIA:
En Liberia tras el sangriento derrocamiento del régimen Américo-liberiano por los indígenas liberianos en 1980, un “Consejo de Redención” tomó el control del país. La inestabilidad interna, la oposición al nuevo régimen militar y la represión del nuevo gobierno se incrementaron progresivamente hasta que en 1989 Liberia se hundió en una completa guerra tribal y civil.
El 12 de abril de 1980 Samuel Kanyon Doe dirigió un sangriento golpe de estado contra el presidente Tolbert, que terminó con el asesinato de Tolbert y 26 de sus seguidores. Así terminó el dominio político de la elite Americo-Liberiana en el país. El gobierno de Samuel Doe sobrevivió a siete intentos de golpe de estado entre 1981 y 1985.
A finales de la década de 1980, Charles Taylor reunió a los rebeldes en una milicia e invadió la región de Nimba en 1989, provocando una guerra tribal que se extendió a todo el país. En septiembre de 1990 Samuel Doe fue capturado, torturado y asesinado.
En julio de 1997, Charles Taylor ganó las elecciones presidenciales con el 75 % de los votos, hasta que en agosto de 2003 bajo la presión internacional, el presidente Charles Taylor dimitió y huyó al exilio en Nigeria.
4. Falta de eficacia y eficiencia de los gobiernos para pasar de una caocracia a un estado democrático.
Entendiendo la eficacia como la capacidad del gobierno para resolver los problemas de la sociedad y la eficiencia como la capacidad del gobierno para aplicar las leyes.
En los tres casos analizados, se puede observar como los gobiernos que acceden al poder tras el post-colonialismo, son incapaces de solucionar el principal problema de estas sociedades que es el conflicto etnico. Ahora bien, el conflicto étnico en sí no existe. Lo que sí existe son conflictos sociales, políticos y económicos entre grupos de personas que se identifican mutuamente según criterios étnicos: color, raza, religión, idioma, tamaño de la nariz. En los tres casos analizados, dichas características étnicas ocultan otras características distintivas, tales como intereses de clase y poder político, las cuales, cuando se analizan, resultan ser los elementos más importantes del conflicto.
Este conflicto etnico se ha convertido en un problema sin solución que impide que estos estados puedan avanzar hacia un estado democrático.
Por otra parte, los tres Estados de este análisis se caracterizan por una falta de eficiencia absoluta de los gobiernos para aplicar las leyes, es decir, una falta absoluta de gobernabilidad entendiendo ésta por: la posibilidad de garantizar un funcionamiento efectivo de la sociedad, independientemente de cómo se garantice esa efectividad. En unos casos, la gobernabilidad radica en el mantenimiento de la estabilidad presente, y en otros, en la acción transformadora, para pasar del desequilibrio o del equilibrio inestable, a una situación más ordenada basada en un orden jurídico justo.
5. Corrupción Generalizada
Cómo se explica que países que son extremadamente ricos en recursos naturales viven en la extrema pobreza.
La respuesta la encontramos en la existencia de un nivel de corrupción político extremo. En estos países el objetivo de tomar el poder es secundario o inexistente, ya que el fin principal es mantener el control de esos recursos. Por tanto, si el objetivo no es obtener el poder político para dirigir un país hacia la democracia y el bienestar de los ciudadanos, sino el poder controlar los recursos naturales y el enriquecimiento personal o de las elites dirigentes, estos Estados permanecerán en un eterno conflicto. Por el contrario, las poblaciones afectadas sufren las consecuencias (deterioro del medio ambiente, imposibilidad de continuar con las actividades tradicionales como caza o pesca, expropiaciones de tierras…), pero no son consultadas ni reciben compensación por ello. En Sierra Leona, los diamantes fueron el detonante del conflicto y sirvieron para sostenerlo durante años. En Liberia, Charles Taylor utilizó las maderas nobles y diamantes procedentes de Sierra Leona para financiar su guerra. Quien controla a las milicias que a su vez controlan las minas de oro obtienen grandes beneficios por la venta de estos recursos, como sucede en Ruanda.
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